domingo, 3 de mayo de 2020

Debería ser una opción. Feliz día de la MADRE.



Aunque lo intente, no puedo recordar la primera vez que me dijeron si quería tener hijos. Desde bien pequeña, se dio por hecho. Tenía muñecos que cuidaba, tenía carritos de bebé, y desde siempre, al ser hija única, he dicho que tendría más de un hijo para que no se sintiera solo.

Sin embargo, pasa el tiempo, y la mentalidad comienza a cambiar. Comienzo a cuestionarme si verdaderamente es mi deseo, en algún momento, el tener hijos. No paran de repetirme que ''llegará mi momento'', ''se me activará el reloj'', o ''es una experiencia única en la vida'', pero, siéndoos sincera, lo único que me provoca a día de hoy es terror. Me da miedo que mi vida se vea coartada por tener un embarazo, porque nadie es capaz de omitir el pequeño detalle de que tu vida pega un giro de 180 grados. Además, está el sentimiento residual de que si no soy madre, ¿quién me querrá?¿quién cuidará de mi?¿estaré sola toda la vida?... Parece que se establece como norma, que debo casarme y debo tener hijos, como si esa fuera la única vía que las mujeres debemos tomar.

Cuando una mujer la rechaza, queda excluida de la sociedad. Ya sea en películas, novelas, o la vida real misma, encontramos la figura de esa ''tía solterona que no tiene quien la cuide'', esa ''mujer que no aguanta nadie, y que por eso no tiene hijos''.
No se pone sobre la mesa en ningún momento el hecho de que ella haya decidido no tener hijos, y en cuestión de relaciones heteropatriarcales, marido. Parece de locos, que pueda existir esta opción sin ser vista con un tinte de ''pena'', porque no sabe qué es la maternidad y el tener un ''buen matrimonio'', que realmente solo es el predominio de lo normativo y sistemático.

Es tan legitimo tener hijos, como no tenerlos, y el valor de las mujeres o de cualquier persona con la capacidad reproductora, no está determinado porque se aplique esa reproducción. Quiero decir, yo tengo en mi mano ciertos pinceles, con ciertos colores, y un lienzo en blanco, que puedo dibujar de una manera o de otra, y seguirá siendo arte. Yo puedo decidir, si quisiera, que prefiero leer un libro antes que dibujar. Puedo elegir, porque soy un ser humano libre.

Y ojo, esto no significa lo contrario, que las personas que decidamos no ser madres estemos por encima de las que si, se trata de que toda mujer tenga la elección y la validez de tomar una vía u otra: podemos decidir si queremos o no ser madres, si queremos o no adoptar, si queremos o no formar una familia (ya hablando dentro de cualquier modelo relacional, y de orientación sexual, pero el normativo es el cis-het, y en donde se quiera o no, se ha ejercido a lo largo de la historia más este patrón), si queremos o no suspender un embarazo (sin tener que dar ningún tipo de justificación, porque es nuestro cuerpo, nuestra vida). Las mujeres somos plurales y tan plurales son las opciones que tenemos por delante.

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