martes, 4 de noviembre de 2025

Detrás del tiempo.

Ando corriendo, pidiendo un tiempo que ya no depende de mi. Lo que yo tengo, que me sobra, te falta a ti. Quiero llegar a besarte, a despedirme de ti, y el tiempo que no puedo controlar.... ese tiempo es al que recurro al rezo para tener de ti. 

Ahora no puedo pasear, porque mi mente, en este momento, tiene titularidad. Tu nombre, le pido a dios, déjame verlo una vez más. Déjame agarrarle la mano, déjame abrazarlo, déjame sentirlo antes de que toque su final. Sé que está en la linea final, que su corazón, sus entrañas y su mente ya tienen fecha de caducidad. Horas, es cuestión de horas, minutos o segundos, y yo estoy de ti sumamente alejada. La angustia que me recorre no me permite ni pensar, e intento el espacio-tiempo acortar, para estar contigo en Pintor Manuel De la Rosa una vez más. Y me acuerdo del tiempo que ya he vivido contigo, me acuerdo de todos los fragmentos que conforman tu recuerdo, que me unen a ti, que ya no existen en el tiempo de ahora, pero si dentro de mi. 

Y de como te repito, incluso en la distancia, que aunque tú no sepas quien soy, ni quien eres para mi, yo si recuerdo que te amo desde el primer día que te conocí.. Aun no te has ido, pero te tengo lejos de mi. Y voy corriendo sintiendo las horas, el peso de la existencia, y el descontrol de no llegar a ti. 

Estoy en incertidumbre, en angustia impaciente, rezando, rezando, a un dios que normalmente no recurro por mi incapacidad de controlar este frenesí. Cada minuto que aguantas me alivia y me hace respirar, y a la vez me recuerda que tengo cada vez menos tiempo para llegar a ti. Que puede que no te vea respirar más, que ante mi llegada, tú ya hayas partido y no te vuelva a sentir. 

Aunque lo cierto es que hace tiempo que tu mente no te deja vivir, en tu casa, con tus hijos, con tus nietos, y quien un día fuiste para mi. Una vida trabajando, para que lo único que recuerdes sea que tienes que volver a ir, a poner ladrillos, que no puedes esperar más aquí. Te quieres ir, y yo te quiero atrapar, antes de que el tiempo me quite todo lo que conlleva la Grand-paternidad. 

Abuelo, voy corriendo, y encojo el espacio que nos separa. Estoy en Mallorca, y si pudiera iría andando hasta tu casa. El avión sale a las 19:50, llego allí a las 21:30. Espero a papá y mamá, y durante todo el tiempo solo ruego por poder besarte, por ultima vez, una vez más. 

Pido, ruego, ¡no seas injusto! Tiempo, quédate unos segundos más. Déjame verle. No quiero tener en mi mente la idea que por un minuto no pude llegar. 

Mi corazón está encogido, intenta recortar, intenta hacer que el tiempo pase rápido para mi, y que se detenga en tu lugar. Quiero teletransportarme, quiero ya. Te amo abuelo, por favor, solo un segundo, espérame, que ya voy para allá. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario