No más que un calvario, que un agonizante dolor
sentí en todo el recorrido de mi columna, cuando me recoloqué lo que tanto me habias robado tú.
Sin embargo, el perdón, es lo que nos permite avanzar,
y yo te perdono a ti, por todo, por cada gesto de restricción de libertad.
Te perdono una y mil veces más, porque ninguno supimos hacerlo mejor de lo que lo intentamos allá.
Sin embargo, hoy, ya podemos respirar,
separados,lejanos, pero con mucho que recordar.
No para volver atrás, sino para poder avanzar.
Avanzar sin tí, sin nosotros, sin un largo pesar, por tener que temer que cada paso que dé, todo se me vaya a derrumbar.
Y yo, tras un año y un poco más, recuperé esas alas que tanto negaste darme,
que recuperé luchando por mi, por mi, y mil veces más por mi, como nunca podria hacer nadie.
Cuando me dí cuenta que hablar de culpa y victima, solo hace manipular una realidad.
Por eso te perdono, te perdono porque los dos fuimos victimas de este sistema patriarcal.
Más espero, que tú tambien puedas avanzar, ya que sino, te doy todo mi pesar,
pues estarás muerto, y matarás. No comerás ni dejarás alimentar, ya que tus miedos a ti te limitarán.
Quien te quiere, no te quiere prisionar, te quiere dejar volar, irte, porque la confianza calma cualquier malestar.
Más sino confias, ¿en qué te piensas basar? En miedos e inseguridades, que no te permitirán evolucionar.
Te deseo lo mejor, a ti, y a todos los demás, más yo he aprendido que sin ti, mis alas, hoy, vuelven a brillar.
Y duelen, duelen recuperarlas y ser consciente de como lo perdí,
que la sangre me tuviera que indicar, que por dentro estaba cerca del morir.
Y me dí cuenta, cuando era mi momento de aprender, me di cuenta que presionamos algo que a ninguno nos hacia bien.
Más hoy, te perdono, te perdono para seguir.
Porque te deseo todo lo mejor, porque quiero verte feliz, pero no más cerca de mi.
Es la única forma que veo de avanzar, recuperar...Seguir con nuestro camino, roto como por dentro yo estaba.
Rota por forzarme, por querer mantener algo que en nuestro camino no se encontraba.
Más te lo vuelvo a recordar, que te perdono, pero jamás olvidaré todo lo que me has enseñado durante todo este camino que recorrimos a la par.
Que quiero y que no, que es normal y que no, que es sano y que no, y gracias a ti hoy, me siento más fuerte que nunca.
Gracias a ti por dañarme, por amarme, por crecer junto a mi.
Te tendré siempre en un apartado de mi, en ese donde aparece la etiqueta de recuerdos en los que aprendí.
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